Publicado por adminblog2 en marzo 8, 2015 | 0 comentarios
Viernes, 6 de marzo del 2015. A las 12:00, me encuentro con Carlos Sanz, el cual venía, acompañado por su hijo Samuel, desde Zaragoza. Dimos un paseo por el pueblo. Relajado, cariñoso, atento, afectuoso y, por encima de todo generoso y cercano, Carlos, Samuel y yo fuimos al Aurelio Menéndez para comenzar la charla que Carlos iba a dar a nuestro alumnado. A partir de ahí, comenzó la “magia”. Tanto el alumnado de Educación Infantil, como los de Educación Primaria y Educación Secundaria, mantuvieron un comportamiento ejemplar, producto de esa calidad de alumnado que tenemos y de ese carisma de Carlos Sanz para trasmitir y comunicar mensajes. Mensajes tan importantes como la solidaridad humana de la donación de órganos; la voluntad; el esfuerzo; la motivación; el sacrificio y, especialmente la alegría de vivir y la fuerza con la que Carlos vive y dedica sus días a labores solidaridad con una base tan importante como es el deporte. Los profesionales de éste campo, sabemos bien las posibilidades que éste proporciona y los valores que despierta entre los practicantes. Todo esto “cautivó” al alumnado, el cual captó la sensibilidad con la que Carlos trasmitía sus mensajes y sintió la fuerza con la que se “gana una vida”.
De Carlos Sanz Hernández, me quedo en el día de hoy, no sólo con su calidad humana y su magnetismo, sino también con tres de sus mensajes: “voluntad”; “ganar una vida” y “puedes, si crees que puedes”.
Espero que la visita y charla de Carlos (además de la anecdótica pedida de autógrafo) haya servido a nuestro alumnado para enriquecerles, aún más, como personas. Esa es nuestra labor fundamental como docentes desde la educación y por la que trabajamos con ahínco cada día.
¡Gracias Carlos! ¡Gracias alumnado del Aurelio Menéndez, por tan ejemplar comportamiento!
Raquel Val (docente de EF)